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Japón nuevamente en la mira

Hace unos días un barco japonés fue descubierto cargando una ballena muerta en un Santuario Australiano (cerca de la Antártida) por la organización ecologista Sea Sheperd; la tripulación Nisshin Maru al ser sorprendidos, cubrieron rápidamente al cetáceo con una lona. 
El hecho fue captado por un sobre vuelo en helicóptero de la agrupación y se trataría de un ejemplar Balaenoptera bonaerensis. 

“Los asesinos de ballenas del Nisshin Maru fueron atrapados con las manos llenas de sangre, asesinando ballenas en el Santuario Australiano”, señaló Adam Meyerson, capitán del Ocean Warrior de Sea Sheperd.

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En tanto, el gobierno australiano condenó el hecho. “Australia se opone a toda forma de caza de ballena comercial y la llamada ‘científica'”, afirmó en un comunicado Josh Frydenberg, ministro del Medioambiente.

Este es el primer registro del accionar de las flotas balleneras japonesas luego del dictamen de la Corte Internacional de Justicia que en 2014 catalogó de ilegal el programa de caza de ballenas con supuestos fines científicos.

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